Lluís Cabrera: ‘La operación de Súmate ha sido un grave error’


Entrevista al activista y presidente del Taller de Músics, que hoy recibe el premio ARC a la trayectoria profesional

[Entrevista realizada por Bel Zaballa y publicada en Vilaweb.cat - Traducción al castellano del autor de este blog]

Lluís Cabrera (1954) es de aquellos activistas que siempre asoman por las primeras filas. Llegó a Barcelona con diez años, procedente de un pueblo de Jaén, y de muy joven se implicó en la lucha antifranquista y vecinal. Fundador de la peña flamenca Enrique Morente, impulsor del Ateneo Popular de Nou Barris y de la entidad Otros Andaluces, en 1979 impulsó el Taller de Músics, que con los años se ha convertido en referencia y plantel de los artistas de jazz y flamenco de la ciudad y del país. Hoy recoge el premio ARC de la industria musical del directo a la trayectoria profesional. El galardón es una buena excusa para hablar con Cabrera de su carrera profesional, pero inevitablemente la conversación deriva hacia la actualidad política. Al otro lado del teléfono nos encontramos a un hombre con el humor siempre a punto y la risa fácil, pero muy crítico con la política dominante de las últimas décadas y con alguna de las estrategias independentistas recientes.

- Os debe hacer ilusión este premio.
- Sí, porque yo participé en la ARC. Hace más de veinte años se llamaba APA, y en aquel tiempo un grupo de gente joven, más moderna y progresista, que nos dedicábamos al sector, la veíamos como una asociación demasiado antigua. Montamos una entidad, MUSA, con la que queríamos representar la música creativa. Pero me di cuenta de que todos éramos profesionales que formábamos parte de la representación artística, y que teníamos que estar juntos y no consolidar dos asociaciones diferentes. Por eso convencí a mis compañeros de hacer una especie de infiltración en la APA, para hacer un cambio y coger las riendas. Montar una junta alternativa, porque había savia nueva. Y nos hicimos socios. Propuse cambiar el nombre y pasó a llamarse ARC. Tengo buenos recuerdos de aquellos tiempos. Muchos de aquellos jóvenes hoy forman parte de la junta de la entidad, que representa al 85% de la música que se mueve en Cataluña. Me siento halagado por este premio. Aunque me lo deben dar porque no conocen toda mi trayectoria.

-¿A qué se refiere?
- A que El Taller de Músics tiene una vertiente de promotores y representación artística, pero también tiene la escuela, la discográfica, el club. Es un modelo que hemos ido creando poco a poco y que tiene un sentido. Hemos implantando un modelo diferente, que da resultados, no hay ejemplos similares. La base troncal es la escuela del Raval, y desde hace seis años también el grado superior en Sant Andreu.

- Empezasteis de cero ¿Qué os empujó a montar el Taller de Músics en 1979?
-No sabía qué hacer con mi vida. Veníamos de la lucha antifranquista en Nou Barris, y cuando llegó la democracia no había muchos salidas. Muchos optaron por entrar en partidos políticos, pero yo venía del mundo libertario y no lo veía claro.

- ¿Teníais alguna vocación o finalidad para fundar el Taller?
- Me ganaba la vida con una editorial de libros en el Raval. No tenía ningún oficio, tenía la experiencia de la peña Enrique Morente, que habíamos fundado en los setenta. Hacía mucho trabajo voluntario de management y montando conciertos, me movía en este ambiente, y conocí a mucha gente. Pero hubo un hecho crucial. En el año 77 hicimos derribar una fábrica asfáltica que convertimos en el Ateneo Popular de Nou Barris. Fue la primera lucha por la cultura y la ecología. Yo era el encargado de establecer contacto con músicos para un festival de treinta horas de duración. Me comprometí con los músicos profesionales y con todos los técnicos que les pagaría. Pero la asamblea decidió que no, que no se pagaría a nadie. Me dejaron con el culo al aire. Paralelamente, ya habíamos tenido la idea de montar el Taller, por lo que dije a todos aquellos músicos que vinieran y recuperaran así el dinero que no les había podido pagar porque la asamblea me había desautorizado. Allí conocí a los primeros profesores del Taller. Aquel lío me facilitó hacerlo.

- Un Taller centrado en el jazz y el flamenco, que tienen algunos paralelismos
-Sí, porque nacen de las clases populares, uno en Nueva Orleans y el otro en Andalucía. Pero no sólo en Andalucía, en el Taller hemos hecho un trabajo de investigación con Martí Marfà y tenemos documentación que constatan que en 1880 se cantaba flamenco en catalán y en caló. Esto cambia mucho el relato de la historia reciente que ha hecho el pujolismo. El flamenco no es una cultura extraña ni invasora, ¿me entiendes?

- De hecho, tenemos una cierta tradición andalusí en los Países Catalanes, ¿no?
-Si hablamos también de las Islas Baleares y el País Valenciano, vemos que los cantos populares son muy parecidos. Fandangos, romances, cantos de trabajo, cantos de siega, ... el flamenco sale de todo esto. Aún persiste la idea de que todo lo que tiene que ver con el flamenco forma parte de una cultura española impuesta, pero la cultura catalana está impregnada, en el aspecto musical, de la cultura mediterránea.

- Pero, ¿quiere decir que todavía existe esta percepción?
- No te lo puedes ni imaginar. Lo he visto en conferencias que hemos hecho como Otros Andaluces. Cuando sacas el tema del flamenco es terrible. Son sectores que llamo 'catalibanes' y hay muchos en el movimiento independentista. Este es el freno para no pasar del 50%. Esto no tiene sentido en el siglo XXI, no hay nada puro. Hablamos de música: Aurelio de Cádiz se llamaba Aurelio Sellés Nomdedéu y era valenciano. También tenemos a Antonio Gades, a Miguel Burrull, impulsor de la base de la guitarra flamenca actual. Y si hablamos de música culta: Granados, Albéniz, Tárrega, Tarragó, ... Todos catalanes. ¿Por qué ha desaparecido la zarzuela de Cataluña, si las mejores zarzuelas son de aquí? Nos hemos equivocado. Todo lo que tiene el castellano como herramienta de comunicación se asocia al franquismo, y ya lo entiendo, porque el franquismo quiso eliminar la lengua catalana. Pero no se puede confundir a aquellos que tenemos el castellano como primera lengua con los invasores. Se equivoca quien lo hace. El relato pujolista ha confundido mucho las cosas. Pero de esta manera, poniendo el énfasis en las diferencias culturales, han querido tapar las diferencias de clase. Hace diez años nació Ciudadanos, sólo por el tema de la lengua.

- ¿Y no son justamente ellos quienes han hecho un uso etnicista y han pretendido dividir a la sociedad catalana?
- Claro. Pero porque el catalanismo político nunca ha sabido acoger como patrimonio propio el castellano. Por reacción a la dictadura. Pero la mayoría de los que llegamos aquí de otros lugares de España no éramos franquistas, todo lo contrario, éramos perdedores de la guerra civil. Hay quien dice que la guerra civil fue una guerra de España contra Cataluña, y eso no tiene sentido, fue una guerra de clases, de ricos contra pobres. Y los pobres perdieron en Andalucía y en Cataluña. Lo digo así para resumirlo mucho, que ya sé que es más complicado. Pero los perdedores de la guerra en Andalucía fuimos los pobres, los que no teníamos ni un trozo de pan ni de tierra. Vinimos aquí para encontrar trabajo, y ayudamos a progresar, codo a codo, con los trabajadores catalanes.

- ¿El aumento del independentismo no ha ido vinculado también a este cambio de relato?
- Pero es coyuntural, no es estructural. Lo dicen pero no lo piensan. Cuando hablamos de cultura catalana hablamos de Lluís Llach, pero también de Estopa. En cambio, niegan a Estopa. Este es el ejemplo: no admiten un grupo que mezcla la rumba y el pop-rock pero que no canta en catalán. ¿Y qué, si no lo hacen? Es mucho más catalana la música que hace Estopa, porque la rumba catalana es de aquí, que no la de la Companyia Eléctrica Dharma, que no hacen música tradicional catalana. Y mira: usan teclado, trompeta, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, batería moderna, y el señor que salta allí delante, ¿sabes qué toca? ¡Un saxo soprano! La gente se piensa que es una tenora, pero no. Ninguno de estos instrumentos no tiene nada que ver con nosotros.

- Siempre le ha molestado la folklorización que se ha hecho de los catalanes de origen andaluz.
- Es lo que hemos denunciado los Otros Andaluces en tres libros. La gran mentira ha sido congelar las identidades, no hablar de las cosas que nos unen. Recordemos la FECAC, la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña. Hacer un uso político y forrar a entidades con dinero público para hacer creer a los socios que todavía son del pueblo de donde se fueron en los años setenta me parece una de las obscenidades más grandes nunca cometidas.

- ¿Y no tiene la sensación de que ahora vuelve a hacer lo mismo algún sector independentista?
- La operación de Súmate ha sido un error gravísimo. Bloquear y mantener las identidades congeladas. Recuerdo cuando se montaban procesiones en Ciutat Meridiana con Imma Mayol y Josep Maria Sala. Lo denunciábamos hace diez años y ya decíamos que todo aquello era potencial lerrouxismo que dividiría a la sociedad catalana. Porque el catalanismo político no cubría este espacio.

- ¿Y eso es lo que frena hoy al independentismo por debajo del 50%?
- Lo que hace que no se pase del 50% es que desde la transición hasta ahora se han querido congelar las identidades y que el catalanismo político (PSC, CiU, ERC) no ha sido capaz de acoger en su discurso que el castellano también es catalán. No puedes tomar a los castellano hablantes como un enemigo.

- Entonces, ¿sí ve bien la estrategia de estos últimos años de una parte del independentismo para atraer voto castellano hablante?
-No. Eso es un montaje. Súmate hace igual que la FECAC. Congelar a una gente porque habla castellano. Yo me refiero a otra cosa: hace treinta y seis años que el catalanismo político debería haberse adelantado y no hacer ninguna división, como quería el PSUC. Pero el PSUC desapareció.

- ¿Cuál debería ser la estrategia, entonces?
-Ahora ya no se puede hacer, hay gente congelada. Como también hay 'catalibanes' congelados que prefieren una Cataluña autonómica antes que una Cataluña con elementos hispánicos y mediterráneos. El franquismo era un motivo para hacerse separatista, no la cultura, la lengua o la identidad. Ha habido un error de base. Por muchos Súmates que montes ahora, restan. Eso que hace ERC no es creíble. Nosotros pedimos que los dirigentes políticos y los que hacen los relatos y los discursos de los partidos independentistas digan con voz bien alta que el castellano pertenece a este país en las mismas condiciones que el catalán. Porque la mayoría de gente de barrios que no hablan catalán no son franquistas ni responsables de lo que intentó el franquismo. Había un vacío que no cubría el catalanismo, y es lo que aprovecharon Ciudadanos. Ahora esto les ha estallado y el 27-S Ciudadanos ha sido primera fuerza en el área metropolitana. Los Otros Andaluces ya lo avisábamos: aquello era labrar para el lerrouxismo. Y esto no se contrarresta creando Súmate. Habla en castellano el señor Rufián, pero no lo hace Junqueras.

- ¿O sea, que os parece bien que Gabriel Rufián hable en castellano y saque a relucir sus orígenes de Santa Coloma?
- No. Me parece fatal. Porque no es creíble, es una cuestión coyuntural para intentar pescar votos que ahora son de Ciudadanos. Y veremos para quién serán el 20D. Que Ciudadanos no en broma, ¿eh? Cuidado, que son unos neofalangistes ultraliberales. Este chico no tiene pasado, se han inventado una película. Tampoco tiene discurso, no sabe qué decir, sólo hace frases. Es un invento de ERC. Y hace un discurso en castellano que está más cerca de la CUP que de ERC, porque ERC quiere recoger votos de Ciudadanos y también de la CUP. Y eso es imposible.

- Os veo muy negativo.
- Cuando hablo del cambio de entender la sociedad catalana, hablo desde la transición, sobre todo desde la desaparición del PSUC en 1981. El pujolismo ha sido hegemónico, y se ha basado en una cultura diferenciada de la española, en una confrontación de catalán y castellano. Ha sido un error gravísimo. La independencia es libertad, dignidad y política. ¿Hablamos? No es necesario ir a 1714. Hoy tenemos un grupo humano que ha decidido separarse de España porque no quiere vivir en un estado opresor. Pero hablando de cultura y lengua hay una gente que nunca se sentirá acogida, porqué sienten que se ha actuado de igual manera con ellos. Este es nuestro callejón sin salida.

- Ya hemos hecho más de una hora de entrevista y me parece que lo tendremos que dejar aquí
- Todo esto, ¿lo has grabado? A ver si puedes hacer que se entienda.

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