Kilian Jornet: 'A veces he tenido que dar la vuelta porque he sentido miedo'

[Entrevista realizada por José Casulleras Nualart para vilaweb.cat - Traducción al castellanodel autor del presente blog]

Foto de Killian Jonet realizada por Irene Serra
Foto:Irene Serra

 














Kilian Jornet se ha hecho mayor. No es que haya envejecido, ni mucho menos. Pero se nota que ha madurado, que no es el mismo corredor excitado y sediento de victoria y ansioso de reventar récords de las carreras de montaña más exigentes del mundo. Esto ya no lo llena, sus sueños han cambiado. Él mismo explica que hace seis años o siete era más temerario que ahora, y que se había metido en situaciones de riesgo innecesario. Ahora técnica y físicamente está más preparado, y continúa afrontando el riesgo, porque forma parte de su actividad, de su profesión y es parte intrínseca del deporte de montaña; pero lo mide más y, a menudo, da media vuelta y vuelve. Porque ha tenido miedo. De sueños, tiene otros, y la ambición la mantiene intacta.

Acaba de presentar el penúltimo filme del proyecto 'Summits of my life', muy diferente a los anteriores. 'Langtang', dirigido también por Sébastien Montaz-Rosset, es, tal como explicaba Julia Tercero en la crónica de la presentación, una especie de dietario de su experiencia en Nepal justo después del terremoto del 25 de abril pasado. Pero ahora la meta no es una cima, sino el proyecto humanitario que desarrolla y que aún tiene continuidad. De la intensidad de la vivencia sobre el terreno, ha surgido otra iniciativa: la recaudación de dinero para construir 116 casas en una de las zonas más devastadas. 'Y de eso empezamos a hablar con Kilian Jornet. Hablamos por teléfono; está en el Valle de Arán, donde prepara la copa del mundo de esquí de montaña. Cuando hablas con él tienes la sensación de que le conozcas de hace mucho tiempo.

- En 'Langtang' no corres para superar un récord, sino para tratar de ayudar en medio de una tragedia.
- Es muy diferente, sí, porque no íbamos allí a filmar esto. No íbamos preparados. Fuimos grabando lo que veíamos sobre la marcha, nos preguntamos qué hacíamos de todo aquello, y lo editamos de la mejor manera posible.

- El terremoto fue justo antes de partir hacia Nepal para ir al Everest, ¿no?
- Sí. Uno de los compañeros de nuestra expedición ya estaba allí. Y el día antes de volar nosotros sucedió el terremoto. Pero no sabíamos exactamente la magnitud de lo que había pasado. Y fue durante el viaje hacia allí que nos iban informando de cuál era la situación, cuántas víctimas había, cuál era la afectación. Y cuando llegamos allí ya no pensamos en la montaña. Jordi Tosas conocía mucha gente en el valle de Langtang, y yo había estado allí dos años antes. Sabíamos que era una de las zonas más afectadas y decidimos ir directamente.

- Con un material de grabación muy diferente del que habíais utilizado en los filmes anteriores.
- Llevábamos material de grabación para ir al Everest, pero cuando nos encontramos con todo esto, no podíamos cargar tanto peso, teníamos que actuar rápido y tomamos sólo un par de GoPros, otra cámara bastante ligera y un objetivo. Cogimos el mínimo, para qué no nos perjudicara para movernos y poder documentarlo todo.

-  Grabáis imágenes muy crudas de la devastación, en plano subjetivo, y lo contrastais con imágenes de poco antes de la tragedia. Impresiona.
- Es la manera de hacer entender lo qué ha pasado: que se vea que la gente antes sonreía y ahora ya no. Creo que Seb [Montaz-Rosset] ha hecho un trabajo muy bueno para mostrar que había pasado cuando fuimos allí, y sin ser sensacionalista. Había imágenes muy duras que vimos y que no utilizamos, porque no era necesario. Sin entrar en detalles como estos se podía explicar la dureza de lo que pasó.

-Cuando estabais por allí no sabíais que os encontraríais ni qué podríais sacar de aquella grabación.
- Tuvimos claro que queríamos ir a ayudar a Langtang. Sabíamos que había mucha gente muerta, y decidimos entrar, hacer el trabajo que pudiéramos para reconocer cuerpos, enviar información a las embajadas y colaborar con los equipos de rescate. Nuestra idea era hacer cosas y la grabación era más secundaria. Cuando nos acordábamos de ella, nos poníamos la GoPro en la cabeza y grabábamos lo que podíamos.

- Parece que estuvisteis en peligro, que os jugasteis la vida intentando llegar a según qué sitios.
-Tanto como jugarnos la vida, no. Sí que había lugares que eran peligrosos. Pero, vaya, íbamos al Everest, por lo que la cuota de riesgo ya la teníamos asumida.

-Pero las autoridades os avisaban constantemente de este peligro.
- Sí, hubo momentos de riesgo. Hubo deslizamientos de piedra, yo me rompí una costilla y hubo momentos en que veías que el peligro había pasado muy cerca. Al final, también debes saber hasta donde puedes subir y hasta donde te puedes arriesgar, hasta qué punto vale la pena llegar. De hecho, había un lugar donde queríamos ir y no llegamos porque vimos que todavía había aludes. Quiero decir que estamos acostumbrados a los terrenos de montaña donde hay avalanchas, donde hay peligro, y ya íbamos preparados para no asumir riesgos sino a intentar evitarlos.

Kilian Jornet y Jordi Tosas, en Nepal esta pasada primavera
Kilian Jornet y Jordi Tosas, en Nepal esta pasada primavera
















- A menudo hablas de saber convivir con el riesgo, y saber medirlo en cada momento. Encontrar el equilibrio debe ser la clave para sobrevivir haciendo lo que haces.
- Sí, es la clave; saber renunciar, saber ser honesto contigo mismo. No humilde, sino honesto. Saber decir “tengo estas capacidades físicas y técnicas y tengo esta experiencia, y la montaña me presenta este reto”. Y tienes que decidir si vale la pena o no. Y hay una parte subjetiva que es muy grande: hay días que llegas a un lugar y dices “hoy, lo siento, pero no puedo”. Y otro día que llegas al mismo lugar con las mismas condiciones y sí que puedes, por una cuestión emocional, por el momento de la vida que atraviesas, por el miedo que tienes. Todo afecta. Y por ello el equilibrio es difícil de encontrar, porque hay en juego muchas cosas. Tienes que saber renunciar muchas veces. Siempre digo que la mitad de las veces que voy a la montaña me he vuelto para atrás, porque sientes que no es el día o que las condiciones no están.

- ¿Recuerdas algún caso concreto en que hayas tenido que dar la vuelta?
- Sí. En escalada, por ejemplo. Yo no soy escalador. Y haciendo vías sencillas sin cuerda, vías que he hecho antes, me he encontrado que tras diez metros, sentía que no estaba bien, que no estaba concentrado, que tenía miedo. Y daba media vuelta. Vas a un lugar y todo es perfecto, pero hay algo que sientes que te hace decir que no. Mira, hoy hemos ido a hacer una cumbre aquí en el Valle de Arán. Hemos llegado, y, a media pared, ya hemos visto que había algo que olía mal; había una cantidad de nieve que nos hacía pensar que quizá pasábamos, o que tal vez no. Y otra vez que hubiera ido motivado al cien por cien y con ganas habría decidido tirar para arriba, y quizás deberíamos haber pasado y no habría habido ningún problema. Pero estábamos allí y nos hemos dicho que quizás no valía la pena porque con un resbalón nos podríamos haber matado. En otro momento de mi vida, seguro que hoy habría dicho 'pasamos'.

- Seguro que te marcó mucho la muerte del Stéphane Brosse, a tu lado.
- Sí. Precisamente después del accidente que tuvimos hice cosas que ahora me doy cuenta que no tendría que haber hecho. Me la jugué. Y en ese momento no lo veía. No veía que afrontaba un riesgo que hoy quizás no afrontaría.

- ¿En el momento del accidente?
- No, no. En el momento del accidente fue mala leche. Habíamos estado una semana antes, había una cornisa muy grande, y se alinearon una serie de factores que desencadenaron el accidente. Pero los seis o siete meses después sí hice actividades en las que me arriesgué. Acaso hoy las haría, pero ahora mi nivel es más alto que entonces. Cuando haces actividades sin cuerda, o solo, tienes que encontrarte en una zona de mucho confort; no puedes ir a encontrar tus límites cuando haces una actividad solo. Y en ese momento hice actividades solo muy al límite. Pero entonces no lo veía de esa manera.

- ¿En qué se diferencia aquel Kilian Jornet de hace cinco o siete años , que maravillaba el mundo ganando todas las carreras de montaña que se proponía, del de hoy?
- De entrada, con los años, vas aprendiendo cosas, te vas metiendo hostias. En aquella época estaba mucho más excitado por ganar carreras. La primera vez que ganas una carrera importante tienes una emoción muy grande, y hoy en día ganar otra UTMB o alguna otra carrera así pues está bien, pero no me aporta personalmente una emoción muy grande, y la tienes que buscar en otro sitio. Cuando repites mucho ya controlas, ya dominas, pero ya no aprendes más. Por eso he tenido que cambiar las motivaciones, y ahora hago más montaña. Tenía una lista de carreras y de objetivos que quería conseguir y pensaba que quizá algún día conseguiría, cuando tuviera cuarenta años. Pero cuando lo has conseguido todo antes te quedas vacío de sueños, y tienes que buscar otras motivaciones. El peligro de soñar es que si te sales te quedas sin sueños.

- ¿Cuáles son ahora tus sueños?
- No me gusta mucho ponerme grandes objetivos e ir haciendo el día a día. Me gusta levantarme y pensar que tengo este pequeño proyecto para hoy o para mañana, hoy esta línea, mañana aquella carrera, ... Evidentemente que hay grandes proyectos, como el Everest, donde volveremos seguramente el próximo verano. Y este invierno sigo compitiendo en la copa del mundo de esquí de montaña. Y quiero intentar ganar algunas carreras, pero sin el ansia aquella que tenía hace seis o siete años, que quería ganar la copa del mundo. Ahora si la gano, bien, y si no, mala suerte. E ir aprendiendo en el terreno personal. Ahora conozco muy bien mi cuerpo, cómo reacciona al entrenamiento, y sé si algo es realmente posible o no. Pero eso no me pone ningún desafío por delante, y en cambio sí que me pone retos la escalada, el alpinismo, e ir aprendiendo haciendo cosas nuevas, cosas que antes no podías hacer.

- ¿Has pensado cuando llegará el momento que tu cuerpo te dirá que ya no puedes ser tan competitivo?
- A ver, tenemos a Urban Zemmer con cuarenta y dos años y siendo uno de los mejores en el kilómetro vertical, en carreras que duran media hora. Creo que hasta los treinta largos la gente rinde muy bien.

- L'Agustí Roc, por ejemplo, uno de tus maestros.
- Sí, Agustí, claro. Hasta bien entrados los treinta estuvo a la cabeza. Hasta los treinta y seis o treinta y siete en carreras de montaña se puede rendir muy bien. Y en esquí de montaña hay gente que gana con treinta largos. Otra cosa es la motivación. Yo ahora mismo hace quince años que compito en esquí, y diez o doce en carreras de montaña. Son muchos años haciendo las mismas cosas. Y me motiva igualmente porque al final una carrera es un muy buen entrenamiento.

- Y después del Everest,  ¿qué?
- Cuando subes una montaña, detrás ves un montón más que también quieres subir. De proyectos e ideas hay. Cómo hacerlo y cuando ya lo veremos más adelante.

- ¿Te da pereza hablar de política?
- No, no. No hay problema.

- Lo digo porque hay gente a la que empieza a darle un poco de grima el tema.
- Sí, pero como yo vivo un poco más aislado, ...

- ¿Cómo ves la situación política hoy en día?
- Es complicada, tanto la nacional como la internacional. Yo ahora vivo en Francia. Y al final el Frente Nacional no ha conseguido ningún gobierno regional, pero qué la extrema derecha suba tanto ... Y ¿en España? Que un partido como Ciudadanos suba tanto, si es la derecha. Y que el PP, con todo lo que ha hecho, continúe al frente de las encuestas, es preocupante.

-¿Por qué piensas que en Francia hay tanta gente que se decante por el Frente Nacional?
-Yo creo que hay miedo. Y que la gente está cansada de la política en general, y tal vez por ello partidos como Ciudadanos y Podemos suben mucho. Y también por eso creo que sube el Frente Nacional en Francia, donde también habrá afectado bastante los atentados de París. Y la educación de hoy en día se basa mucho en aprender cosas, pero no en abrir la mente, ver mundo, descubrir cosas diferentes. Y a los políticos ya les interesa tener gente que se prepare para un trabajo y que sea capaz de hacerlo pero sin espíritu crítico. Si todo el mundo tuviera mucho dinero entendería que ganará el PP o Ciudadanos, pero no es el caso. Si lo extraño es que no haya una revolución.

-En Cataluña hay el independentismo.
- Sí. Y mucha gente se ha hecho independentista porque ¿quién quiere estar en España? Cuando ves todas las leyes que se han ido aprobando,  ... Se lo comentaba a mi compañera, que es sueca, y no se podía creer una ley como la ley mordaza, o la ley de política energética. No lo entendía, viniendo de un país donde las derechas hacen políticas sociales más avanzadas que las izquierdas de aquí. ¿Quién se quiere quedar en un lugar así, cuando hay tanta falta de respeto? Yo no soy independentista ni nacionalista de ninguna parte. Yo seguramente sería más bien anarquista. En un mundo ideal, la política no debería existir. Pero en un mundo como el de hoy, si España retrocede democráticamente, haciendo leyes retrógradas, ¿quién se quiere quedar?

- ¿Votaste sí el 27-S?
- Sí, voté por una opción independentista.

- ¿El 20-D votarás?
- No. Ahora estoy en el Valle de Aran y después tengo que irme a Francia, y era un lío tener que ir a Puigcerdà para pedir el voto por correo, y no podía ir. Y, aparte, tampoco ... [resopla]

- No te motiva mucho, ¿verdad?
- No, no mucho. Y vivo fuera. Las cosas de aquí sí que me afectan, porque mi empresa sí que trabaja en España, pero yo vivo en Francia.

- En 2012 pediste el voto para Iniciativa.
- No pedí el voto, pero sí que me gustaba el programa que tenía. Y ahora mismo la CUP me parece un partido muy interesante, y me gusta que hayan logrado tener tanta fuerza.

- Sientes afinidad por ellos.
- Sí. Desde un punto de vista de políticas sociales siento más afinidad por ellos. Por lo qué a Iniciativa se refiere, ha habido un cambio tan grande en los últimos cuatro años, que ha explotado todo. Han salido tantas opciones y diferentes,  ... y ahora tiene que haber una estabilización, qué se puede hacer y qué no, qué es papel mojado y qué es factible.

- O sea, que el 27-S votaste la CUP.
- Sí. Dudaba mucho entre la CUP y Junts pel Sí, de quien me gustaba el programa social y tenía a Raül Romeva, que es un político que ha hecho cosas muy interesantes. Pero yo votaba en Girona, y preveía que Junts pel Sí ya tendría suficiente fuerza. Y pensé que era mejor votar a la CUP. Si hubiera votado en Barcelona quizás habría votado Junts pel Sí.

Lluís Cabrera: ‘La operación de Súmate ha sido un grave error’


Entrevista al activista y presidente del Taller de Músics, que hoy recibe el premio ARC a la trayectoria profesional

[Entrevista realizada por Bel Zaballa y publicada en Vilaweb.cat - Traducción al castellano del autor de este blog]

Lluís Cabrera (1954) es de aquellos activistas que siempre asoman por las primeras filas. Llegó a Barcelona con diez años, procedente de un pueblo de Jaén, y de muy joven se implicó en la lucha antifranquista y vecinal. Fundador de la peña flamenca Enrique Morente, impulsor del Ateneo Popular de Nou Barris y de la entidad Otros Andaluces, en 1979 impulsó el Taller de Músics, que con los años se ha convertido en referencia y plantel de los artistas de jazz y flamenco de la ciudad y del país. Hoy recoge el premio ARC de la industria musical del directo a la trayectoria profesional. El galardón es una buena excusa para hablar con Cabrera de su carrera profesional, pero inevitablemente la conversación deriva hacia la actualidad política. Al otro lado del teléfono nos encontramos a un hombre con el humor siempre a punto y la risa fácil, pero muy crítico con la política dominante de las últimas décadas y con alguna de las estrategias independentistas recientes.

- Os debe hacer ilusión este premio.
- Sí, porque yo participé en la ARC. Hace más de veinte años se llamaba APA, y en aquel tiempo un grupo de gente joven, más moderna y progresista, que nos dedicábamos al sector, la veíamos como una asociación demasiado antigua. Montamos una entidad, MUSA, con la que queríamos representar la música creativa. Pero me di cuenta de que todos éramos profesionales que formábamos parte de la representación artística, y que teníamos que estar juntos y no consolidar dos asociaciones diferentes. Por eso convencí a mis compañeros de hacer una especie de infiltración en la APA, para hacer un cambio y coger las riendas. Montar una junta alternativa, porque había savia nueva. Y nos hicimos socios. Propuse cambiar el nombre y pasó a llamarse ARC. Tengo buenos recuerdos de aquellos tiempos. Muchos de aquellos jóvenes hoy forman parte de la junta de la entidad, que representa al 85% de la música que se mueve en Cataluña. Me siento halagado por este premio. Aunque me lo deben dar porque no conocen toda mi trayectoria.

-¿A qué se refiere?
- A que El Taller de Músics tiene una vertiente de promotores y representación artística, pero también tiene la escuela, la discográfica, el club. Es un modelo que hemos ido creando poco a poco y que tiene un sentido. Hemos implantando un modelo diferente, que da resultados, no hay ejemplos similares. La base troncal es la escuela del Raval, y desde hace seis años también el grado superior en Sant Andreu.

- Empezasteis de cero ¿Qué os empujó a montar el Taller de Músics en 1979?
-No sabía qué hacer con mi vida. Veníamos de la lucha antifranquista en Nou Barris, y cuando llegó la democracia no había muchos salidas. Muchos optaron por entrar en partidos políticos, pero yo venía del mundo libertario y no lo veía claro.

- ¿Teníais alguna vocación o finalidad para fundar el Taller?
- Me ganaba la vida con una editorial de libros en el Raval. No tenía ningún oficio, tenía la experiencia de la peña Enrique Morente, que habíamos fundado en los setenta. Hacía mucho trabajo voluntario de management y montando conciertos, me movía en este ambiente, y conocí a mucha gente. Pero hubo un hecho crucial. En el año 77 hicimos derribar una fábrica asfáltica que convertimos en el Ateneo Popular de Nou Barris. Fue la primera lucha por la cultura y la ecología. Yo era el encargado de establecer contacto con músicos para un festival de treinta horas de duración. Me comprometí con los músicos profesionales y con todos los técnicos que les pagaría. Pero la asamblea decidió que no, que no se pagaría a nadie. Me dejaron con el culo al aire. Paralelamente, ya habíamos tenido la idea de montar el Taller, por lo que dije a todos aquellos músicos que vinieran y recuperaran así el dinero que no les había podido pagar porque la asamblea me había desautorizado. Allí conocí a los primeros profesores del Taller. Aquel lío me facilitó hacerlo.

- Un Taller centrado en el jazz y el flamenco, que tienen algunos paralelismos
-Sí, porque nacen de las clases populares, uno en Nueva Orleans y el otro en Andalucía. Pero no sólo en Andalucía, en el Taller hemos hecho un trabajo de investigación con Martí Marfà y tenemos documentación que constatan que en 1880 se cantaba flamenco en catalán y en caló. Esto cambia mucho el relato de la historia reciente que ha hecho el pujolismo. El flamenco no es una cultura extraña ni invasora, ¿me entiendes?

- De hecho, tenemos una cierta tradición andalusí en los Países Catalanes, ¿no?
-Si hablamos también de las Islas Baleares y el País Valenciano, vemos que los cantos populares son muy parecidos. Fandangos, romances, cantos de trabajo, cantos de siega, ... el flamenco sale de todo esto. Aún persiste la idea de que todo lo que tiene que ver con el flamenco forma parte de una cultura española impuesta, pero la cultura catalana está impregnada, en el aspecto musical, de la cultura mediterránea.

- Pero, ¿quiere decir que todavía existe esta percepción?
- No te lo puedes ni imaginar. Lo he visto en conferencias que hemos hecho como Otros Andaluces. Cuando sacas el tema del flamenco es terrible. Son sectores que llamo 'catalibanes' y hay muchos en el movimiento independentista. Este es el freno para no pasar del 50%. Esto no tiene sentido en el siglo XXI, no hay nada puro. Hablamos de música: Aurelio de Cádiz se llamaba Aurelio Sellés Nomdedéu y era valenciano. También tenemos a Antonio Gades, a Miguel Burrull, impulsor de la base de la guitarra flamenca actual. Y si hablamos de música culta: Granados, Albéniz, Tárrega, Tarragó, ... Todos catalanes. ¿Por qué ha desaparecido la zarzuela de Cataluña, si las mejores zarzuelas son de aquí? Nos hemos equivocado. Todo lo que tiene el castellano como herramienta de comunicación se asocia al franquismo, y ya lo entiendo, porque el franquismo quiso eliminar la lengua catalana. Pero no se puede confundir a aquellos que tenemos el castellano como primera lengua con los invasores. Se equivoca quien lo hace. El relato pujolista ha confundido mucho las cosas. Pero de esta manera, poniendo el énfasis en las diferencias culturales, han querido tapar las diferencias de clase. Hace diez años nació Ciudadanos, sólo por el tema de la lengua.

- ¿Y no son justamente ellos quienes han hecho un uso etnicista y han pretendido dividir a la sociedad catalana?
- Claro. Pero porque el catalanismo político nunca ha sabido acoger como patrimonio propio el castellano. Por reacción a la dictadura. Pero la mayoría de los que llegamos aquí de otros lugares de España no éramos franquistas, todo lo contrario, éramos perdedores de la guerra civil. Hay quien dice que la guerra civil fue una guerra de España contra Cataluña, y eso no tiene sentido, fue una guerra de clases, de ricos contra pobres. Y los pobres perdieron en Andalucía y en Cataluña. Lo digo así para resumirlo mucho, que ya sé que es más complicado. Pero los perdedores de la guerra en Andalucía fuimos los pobres, los que no teníamos ni un trozo de pan ni de tierra. Vinimos aquí para encontrar trabajo, y ayudamos a progresar, codo a codo, con los trabajadores catalanes.

- ¿El aumento del independentismo no ha ido vinculado también a este cambio de relato?
- Pero es coyuntural, no es estructural. Lo dicen pero no lo piensan. Cuando hablamos de cultura catalana hablamos de Lluís Llach, pero también de Estopa. En cambio, niegan a Estopa. Este es el ejemplo: no admiten un grupo que mezcla la rumba y el pop-rock pero que no canta en catalán. ¿Y qué, si no lo hacen? Es mucho más catalana la música que hace Estopa, porque la rumba catalana es de aquí, que no la de la Companyia Eléctrica Dharma, que no hacen música tradicional catalana. Y mira: usan teclado, trompeta, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, batería moderna, y el señor que salta allí delante, ¿sabes qué toca? ¡Un saxo soprano! La gente se piensa que es una tenora, pero no. Ninguno de estos instrumentos no tiene nada que ver con nosotros.

- Siempre le ha molestado la folklorización que se ha hecho de los catalanes de origen andaluz.
- Es lo que hemos denunciado los Otros Andaluces en tres libros. La gran mentira ha sido congelar las identidades, no hablar de las cosas que nos unen. Recordemos la FECAC, la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña. Hacer un uso político y forrar a entidades con dinero público para hacer creer a los socios que todavía son del pueblo de donde se fueron en los años setenta me parece una de las obscenidades más grandes nunca cometidas.

- ¿Y no tiene la sensación de que ahora vuelve a hacer lo mismo algún sector independentista?
- La operación de Súmate ha sido un error gravísimo. Bloquear y mantener las identidades congeladas. Recuerdo cuando se montaban procesiones en Ciutat Meridiana con Imma Mayol y Josep Maria Sala. Lo denunciábamos hace diez años y ya decíamos que todo aquello era potencial lerrouxismo que dividiría a la sociedad catalana. Porque el catalanismo político no cubría este espacio.

- ¿Y eso es lo que frena hoy al independentismo por debajo del 50%?
- Lo que hace que no se pase del 50% es que desde la transición hasta ahora se han querido congelar las identidades y que el catalanismo político (PSC, CiU, ERC) no ha sido capaz de acoger en su discurso que el castellano también es catalán. No puedes tomar a los castellano hablantes como un enemigo.

- Entonces, ¿sí ve bien la estrategia de estos últimos años de una parte del independentismo para atraer voto castellano hablante?
-No. Eso es un montaje. Súmate hace igual que la FECAC. Congelar a una gente porque habla castellano. Yo me refiero a otra cosa: hace treinta y seis años que el catalanismo político debería haberse adelantado y no hacer ninguna división, como quería el PSUC. Pero el PSUC desapareció.

- ¿Cuál debería ser la estrategia, entonces?
-Ahora ya no se puede hacer, hay gente congelada. Como también hay 'catalibanes' congelados que prefieren una Cataluña autonómica antes que una Cataluña con elementos hispánicos y mediterráneos. El franquismo era un motivo para hacerse separatista, no la cultura, la lengua o la identidad. Ha habido un error de base. Por muchos Súmates que montes ahora, restan. Eso que hace ERC no es creíble. Nosotros pedimos que los dirigentes políticos y los que hacen los relatos y los discursos de los partidos independentistas digan con voz bien alta que el castellano pertenece a este país en las mismas condiciones que el catalán. Porque la mayoría de gente de barrios que no hablan catalán no son franquistas ni responsables de lo que intentó el franquismo. Había un vacío que no cubría el catalanismo, y es lo que aprovecharon Ciudadanos. Ahora esto les ha estallado y el 27-S Ciudadanos ha sido primera fuerza en el área metropolitana. Los Otros Andaluces ya lo avisábamos: aquello era labrar para el lerrouxismo. Y esto no se contrarresta creando Súmate. Habla en castellano el señor Rufián, pero no lo hace Junqueras.

- ¿O sea, que os parece bien que Gabriel Rufián hable en castellano y saque a relucir sus orígenes de Santa Coloma?
- No. Me parece fatal. Porque no es creíble, es una cuestión coyuntural para intentar pescar votos que ahora son de Ciudadanos. Y veremos para quién serán el 20D. Que Ciudadanos no en broma, ¿eh? Cuidado, que son unos neofalangistes ultraliberales. Este chico no tiene pasado, se han inventado una película. Tampoco tiene discurso, no sabe qué decir, sólo hace frases. Es un invento de ERC. Y hace un discurso en castellano que está más cerca de la CUP que de ERC, porque ERC quiere recoger votos de Ciudadanos y también de la CUP. Y eso es imposible.

- Os veo muy negativo.
- Cuando hablo del cambio de entender la sociedad catalana, hablo desde la transición, sobre todo desde la desaparición del PSUC en 1981. El pujolismo ha sido hegemónico, y se ha basado en una cultura diferenciada de la española, en una confrontación de catalán y castellano. Ha sido un error gravísimo. La independencia es libertad, dignidad y política. ¿Hablamos? No es necesario ir a 1714. Hoy tenemos un grupo humano que ha decidido separarse de España porque no quiere vivir en un estado opresor. Pero hablando de cultura y lengua hay una gente que nunca se sentirá acogida, porqué sienten que se ha actuado de igual manera con ellos. Este es nuestro callejón sin salida.

- Ya hemos hecho más de una hora de entrevista y me parece que lo tendremos que dejar aquí
- Todo esto, ¿lo has grabado? A ver si puedes hacer que se entienda.